dimarts, 24 d’agost del 2010

Apologia a l'instint

He tratado de mostrar qué era lo fascinante en Sócrates: parecía un médico, un salvador. ¿Es todavía necesario señalar el error que implicaba su creencia en la "racionalidad a toda costa"? Es un autoengaño por parte de filósofos y moralistas creer que para salir de la decadencia es necesario hacerle la guerra. El salir de la decadencia está más allá de sus fuerzas: lo que consideran remedio, tabla de salvación, no es en sí mismo sino otra máscara de la decadencia -cambian su expresión, pero no abren ninguna salida-. Sócrates fue un equívoco: toda moral de perfeccionamiento, aun la cristiana, fue un equívoco... La cruda luz del día, la razón a todo precio, el vivir claros, fríos, cuidadosos, conscientes, sin instintos, en contradicción con los instintos, fue en sí mismo sólo una enfermedad, otra enfermedad i no un retorno a la "virtud", a la "salud" o a la felicidad... Combatir los instintos: ésta es la forma de la decadencia; tanto como dure la vida, será la felicidad igual a instinto.

El ocaso de los ídolos
, Friedrich Nietzsche

2 comentaris:

Anònim ha dit...

visca l'instint ada, visca l'instint! No deixem que se'ns mori mai, no el matem a cops d'ordre, si ho fem morim nosaltres en vida.

_una recent alliberada_

Menda ha dit...

No t'ha passat algun cop que vas caminant i veus el teu instint als teus peus? una mica complicat.. però si! a mi m'ha passat!