dimecres, 7 de maig del 2014

Un poco tonto

—Sí —contesté—. Estoy enamorado. Así de simple.
—Qué bien. ¿Es alguien que conozco?
 —¿A quién podrías conocer tú? No, es una chica de mi clase. Quizá es un poco tonto, pero que se le va a hacer. Esas coses no se pueden planificar.
—Tienes razón. ¿Cómo se llama?
—Hanne.
—Hanne —repitió, mirándome con una pequeña sonrisa—. ¿Cuándo podré conocerla?
—Verás. Es que no estamos juntos. Ella está con otro.
—Entonces no es fácil.
 —Así es.
Ella suspiró.
—No, no siempre es fácil. Pero tienes buen aspecto. Pareces contento.
—Nunca he estado tan contento. Nunca.
Por alguna loca razón se me saltaron las lágrimas al decirlo. No solo se pusieron brillantes los ojos, algo que ocurría cada dos por tres cuando decía algo que me tocaba por dentro, no, esta vez las lágrimas me corrían por las mejillas.
Sonreí.
—De hecho son lágrimas de alegría —dije.
Y acto seguido me puse a sollozar. Al final las lágrimas me caían con tanta fuerza que tuve que mirar hacia otro lado. Por suerte el agua empezó a hervir justo en ese momento, pude retirar la cafetera de la placa y echar el café. Apretar la tapadera, sacar dos tazas. Cuando las puse en la mesa, todo había pasado.

La muerte del padre, Karl Ove Knausgård

2 comentaris:

franja reza ha dit...

...sì, asì de simple...
...no siempre es fàcil...
...pero tienes buen aspecto...
...nunca he estado tan contento...
...nunca...
...las làgrimas saltaron como pie que pierde pie a borde de precipicio y corrieron...las làgrimas son làgrimas...impresionan, dejan cauce, se disipan, parece que nunca estuvieron allì...
...saquè dos tazas y las puse en la mesa...

Córrer i llegir ha dit...

Aquest fragment fa venir moltes ganes de llegir-lo. Suposo que ens agrada especialment allò amb què ens sentim identificats, i jo m'hi he sentit molt, amb la noia a qui se li omplen els ulls de llàgrimes quan s'emociona (o és el noi? no ho acabo de tenir clar)